Qué es el capital y el patrimonio de una empresa y cómo puedes protegerlo

Todo proyecto empresarial requiere de un plan de negocio viable y bien diseñado, pero no solo eso. Saber gestionar el patrimonio de una empresa, así como su capital, manejando los conceptos financieros y contables adecuados, puede suponer la diferencia entre un próspero futuro empresarial o un fracaso prematuro. Entre los términos que más se confunden están, sin duda, patrimonio empresarial y capital empresarial. Por eso, conviene dedicar un tiempo a familiarizarse con ellos y aprender sus diferencias.

Qué es el patrimonio de una empresa

El de patrimonio es un concepto más amplio, en el que se incluyen todas las posesiones de la empresa. Con posesiones nos referimos a bienes (muebles, cuentas bancarias, vehículos, locales, equipamiento…), derechos de cobro (habitualmente facturas; también letras de cambio, pagarés…) y obligaciones de pago (préstamos, deudas…).

Para responder a la pregunta de qué es el patrimonio de una empresa, pues, deberemos tener en cuenta esos tres conceptos en los que podemos dividirlo. Qué se deberá incluir en cada apartado variará según la empresa y el sector, pero en el Plan General de Contabilidad se incluyen directrices para la clasificación del patrimonio empresarial.

¿Qué son los activos y los pasivos?

Aunque, como mencionamos, el patrimonio se divide en bienes, derechos y obligaciones, existe otra forma de dividirlo: en activos y pasivos.

El activo de una empresa está conformado, a grandes rasgos, por bienes y derechos, es decir, aquello que es propiedad de la empresa o supondrá un ingreso. Entre los bienes se incluyen, como explicamos, el efectivo, el mobiliario o las materias primas, entre otros. En cuanto a los derechos, podemos incluir en ellos todos los ingresos que la compañía tiene pendientes: facturas emitidas por cobrar, pagarés o letras.

Los pasivos de una empresa son, por oposición, las deudas u obligaciones que esta haya contraído y que todavía no haya saldado. Debemos incluir en este apartado créditos, préstamos, facturas de terceros, letras de cambio o pagarés emitidos en favor de terceros. Asimismo, las hipotecas o alquileres de locales u oficinas forman parte de este grupo.

¿Qué es el patrimonio neto de una empresa?

Cuando hablamos de patrimonio neto nos referimos a la diferencia entre los activos y los pasivos de la sociedad mercantil. Para ser más precisos, forman parte del patrimonio neto todos los elementos que constituyen la financiación propia de la compañía. Veámoslo con un ejemplo:

  • Caso 1: la empresa decide comprar un local nuevo y pide un préstamo al banco para financiarlo. En este caso, el patrimonio neto no varía, ya que la empresa tiene un bien por valor X y al mismo tiempo debe ese importe al banco (activo + pasivo).
  • Caso 2: para la compra de ese mismo local, la empresa no pide prestado, sino que son sus socios quienes aportan el capital necesario. Ahora, el patrimonio neto es positivo, ya que la empresa no ha contraído deudas (pasivos), sino que ha financiado su adquisición con recursos propios. El local es un activo.

El patrimonio neto, entendido como la diferencia entre el activo y el pasivo de una empresa, es un indicador básico de la solvencia de esta. Si la empresa crece manteniendo sus deudas a raya, su viabilidad será mucho mayor en el medio y largo plazo.

Qué es el capital de una empresa

Esta es la definición de capital de una empresa: el valor (en dinero o en bienes) que los socios aportan a una compañía sin derecho de devolución. Esas cantidades pasan a formar parte del capital social, es decir, el capital propio de la empresa. Según el tipo de empresa que se quiera fundar, se exige un capital social mínimo, que deben aportar los socios.

El capital social constituye un pasivo desde el punto de vista contable, ya que la sociedad contrae una deuda con los socios que han aportado los bienes necesarios. El capital es necesario para que la empresa pueda llevar a cabo su actividad mercantil, pero sirve también para saldar deudas en caso de impago, ya que, generalmente, se recurrirá al capital social para hacer frente a procesos judiciales derivados de deudas.

Cuál es el capital de una empresa y cómo calcularlo

El capital social debe constar en los estatutos sociales y en la escritura de constitución de la compañía. Para calcular el capital de una empresa, debemos tener claros los conceptos de activo y pasivo.

Para empezar, se debe restar el activo menos el pasivo de la sociedad. Así, como veíamos anteriormente, obtendremos el patrimonio neto de la empresa en cuestión. Al patrimonio neto debemos restarle la reserva legal (ahorros de la empresa para su propia financiación o hacer frente a posibles deudas) y los resultados de anteriores ejercicios, es decir, los posibles beneficios obtenidos.

Una vez hecha esa operación, el resultado nos dará el capital social inicial, es decir, las aportaciones de los socios, sean estas dinerarias o de cualquier otra índole. Cabe recordar que las aportaciones al capital social no tienen que ser necesariamente de dinero, sino también de bienes.

Herramientas para proteger el patrimonio y capital empresarial

Una vez explicados los conceptos de patrimonio y capital empresarial, nos gustaría detenernos en las herramientas disponibles para proteger el patrimonio y el capital de una sociedad. Para evitar sorpresas desagradables, conviene estar al tanto en todo momento de cuáles son las cuentas de la compañía, así como de los movimientos que se realizan en ellas. Para preservar el capital y el patrimonio de una empresa, podemos recurrir, entre otros a:

  • Mecanismos de control interno. Por ejemplo, la verificación de antecedentes al contratar empleados, la limitación de personas que tengan acceso a las cajas, o la elaboración periódica de inventarios.
  • Seguros que cubran posibles robos, pérdidas, daños, demandas civiles…
  • Un fondo de activos, en el caso de una empresa familiar, que nos permita disponer de un colchón separado de la propia empresa.
  • Tecnología informática de gestión y seguridad

Los primeros pasos a la hora de crear y gestionar una empresa suelen ser los más difíciles, por eso conviene tener claros los conceptos que debemos manejar y los recursos que tenemos a nuestra disposición desde el principio. Consúltanos si tienes alguna duda sobre capital empresarial y patrimonio empresarial.