Antes de iniciarse como empresario es conveniente analizar las diferentes formas jurídicas o legales del negocio. La elección entre una y otra depende de ciertos factores como la responsabilidad, las obligaciones fiscales, el número de socios, el tipo de actividad o el capital para la constitución de la empresa.
En función de ello, obtendremos una serie de restricciones y ventajas que conviene tener en cuenta a la hora de escoger la estructura más adecuada. Antes de analizar las características de las más comunes, conviene distinguir entre la personal natural o física y la personalidad jurídica, un conjunto de bienes e individuos que forman una sociedad pública o privada.
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