El ámbito comercial online parece haber terminado de consolidarse como la opción más elegida por la sociedad para el consumo y la contratación tanto de bienes como de servicios. Muchas de las personas y empresas que hasta ahora habían sido reticentes de pasarse a la modalidad digital fueron empujados a ella; hoy es más sencillo que nunca crear un e-commerce y administrarlo.
Qué necesito para crear un e-commerce
Al encontrarse frente a la oportunidad de crear un e-commerce, uno debe plantearse algunas cuestiones sobre aquello que se desea vender o el servicio que se pretende prestar. Recordemos que, como con cualquier otro negocio, dependerá de las características de nuestras operaciones y los capitales de los que dispongamos.
Lo primero que hay que saber sobre cómo crear una tienda de comercio electrónico es su constitución legal. En términos simples, necesitaremos constituir nuestro negocio de forma jurídica. Esto dependerá de la estructura de costos que pensemos implantar, el tipo de capital que manejemos y el marco de nuestra tributación. Dependerá, en definitiva, de la envergadura de nuestro negocio.
Si uno es un emprendedor cuya actividad puede realizar perfectamente por su cuenta, le conviene inscribirse como empresario individual o autónomo. Esto le permitirá operar de manera ágil y facturar hasta cierto monto. Es la forma de constitución más sencilla. En cambio, si se trata de una empresa de cierta trayectoria, lo mejor será constituirse como una sociedad de responsabilidad limitada. De esta manera, los bienes puestos como garantía para nuestra empresa son los de la sociedad constituida y no los propios —lo que sucede al registrarse como autónomo—.
Una vez hecho esto, debe elegirse un mercado y comprender lo más acabadamente cuál es el cliente modelo al que se apunta. Debemos considerar si es necesario abrir una cuenta de negocios y qué institución nos ofrece las mejores condiciones —hoy existen muchos comparadores y sitos a los que se puede acudir para elegir un banco—. Tener estos puntos en claro te permitirá desplegar un plan de negocios claro y solvente. En este plan deben estar detallados los objetivos a corto y mediano plazo, el capital del que se dispone y las necesidades financieras para ponerlo en funcionamiento. Al mismo tiempo, deben detallarse el canal de venta y el perfil comercial de la empresa.
Definir nuestro producto
Este primer paso tiene como objetivo conocer qué vamos a vender y si podemos hacerlo mediante comercio electrónico. Aquellos bienes inmateriales como ideas, contenido y otros bienes y servicios que no deban transportarse obviamente serán mucho más sencillos de vender. Caso contrario, debemos definir una estrategia de distribución y logística. Si no disponemos de la capacidad de realizar la entrega nosotros mismos, podemos asociarnos con un Marketplace o una empresa de reparto. Esto impactará en nuestros costos directamente. Si bien podemos cargarlo al precio y, finalmente, al consumidor, esto puede volvernos menos competitivos y hacernos perder en el mercado.
Dominio
Lo primero que debemos hacer es adquirir el dominio para nuestro sitio. Debe ser un nombre sencillo pero relacionado de manera directa con la actividad y mejorar su rendimiento en los buscadores. Esto permite que las personas puedan encontrar nuestra tienda entre la multitud de las que aparecen en internet.
Elegir una plataforma de e-commerce
Existen muchas empresas y plataformas que ofrecen servicios de gestión de proyectos, métodos de pago e incluso dominios para los emprendedores que buscan realizar su actividad comercial de manera online. Debemos elegir el que nos ofrezca las mejores condiciones con base en los costos de mantenimiento y los recursos que nos ofrezcan. En el caso de vender bienes físicos, sería muy conveniente que la plataforma tenga algún convenio con una empresa de reparto.
Método de pago
El método de pago suele ser provisto por la misma plataforma que elijamos. Nosotros solo debemos elegir entre las opciones de las que dispone. Como mencionamos más arriba, esto depende enteramente de nuestro perfil comercial. Las empresas más serias deben permitir pagos por transferencia, en crédito, débito, PayPal, etc. Sin embargo, mientras seamos autónomos y facturemos relativamente poco, conviene ofrecer pago en cuotas y débito.
Qué debo preguntar a mi banco para empezar a trabajar con mi e-commerce
Los bancos disponen de distintos tipos de condiciones y servicios financieros que pueden ser muy útiles para los emprendimientos, especialmente si estos son tiendas de comercio electrónico.
Dependiendo de tu perfil comercial, conviene asegurarse de los siguientes aspectos:
- En principio, debes elegir el tipo de cuenta a implementar en tu negocio en función de los movimientos monetarios que vayas a percibir en tu actividad; recibir pagos, realizarlos, retiros y demás operaciones. No todos los bancos ofrecen las mismas condiciones.
- Esto implica una segunda pregunta; ¿cuánto cuesta mantener una cuenta? La apertura, el mantenimiento y las operaciones implican un costo que debe ser abonado al banco. Muchos de ellos, en ciertos planes, requieren de una cantidad mínima de saldo disponible en la cuenta, una cierta cantidad de ingresos mensuales o incluso comisiones por transferencias.
- En tercer lugar, es conveniente tener en cuenta qué tipo de servicios financieros ofrece el banco. Esto puede ser de vital importancia en casos de falta de liquidez u oportunidades de crecimiento.
- Finalmente, la pregunta más importante en cuanto al e-commerce, que de alguna manera incluye a los apartados anteriores, es si el banco tiene algún plan de fomento para emprendedores online. Muchos bancos disponen hoy de servicios de banca móvil que son especialmente atractivos para los comercios electrónicos. Esto se debe a que la automatización en la gestión permite alivianar los costos de gestión y flexibilizar las condiciones: ausencia de mensualidades, sin mínimo de transacciones o fondos, sin comisiones por transferencias y planes de financiación a la medida. Entre sus ventajas se pueden mencionar la posibilidad de abrir subcuentas, adjuntar facturas y recibos y separar el IVA de las ganancias.
Los avances en informática y comunicación hacen que hoy cualquiera pueda crear un e-commerce sin la necesidad de movilizar un gran capital para ello. Incluso las pequeñas y medianas empresas pueden beneficiarse de este modelo de negocios que aprovecha la sencillez y estructura organizativa de las plataformas para aprovechar al máximo sus recursos.