El riesgo en los bancos: tipos de riesgos y cómo identificarlos

El riesgo en el sector bancario es un concepto muy utilizado en el sector de la banca. De hecho, constituye una variable de vital importancia en los diferentes productos bancarios que se ofrecen a los clientes. No obstante, el riesgo también es fundamental en aquellos ámbitos que no son familiares para los clientes, pero que afectarán de forma notable a su relación con el banco. En definitiva, existen multitud de tipos de riesgo en los bancos que se habrán de tener muy en cuenta.

Tipos de riesgos en un banco

Existen diferentes tipos de riesgo en bancos. Son los siguientes:

Riesgo de crédito

El riesgo de crédito es el riesgo bancario más popular y conocido. Este riesgo es el que asume una entidad bancaria cuando presta dinero a un cliente, cuando emite una tarjeta de crédito o cuando concede un aval.

Así pues, el riesgo de crédito es la probabilidad que tiene la entidad bancaria de que el cliente devuelva el dinero que se le ha prestado o avalado, cumpliendo con el contrato que se hubiera suscrito con el banco. De este modo, cuanto mayor es el riesgo de crédito, menor será la probabilidad de que el cliente devuelva el dinero prestado

Riesgo de mercado

En el mercado se dan fluctuaciones continuamente. Estas fluctuaciones pueden constituir un riesgo y los bancos, como agentes que participan en el mercado, están expuestos a este tipo de riesgo bancario. Así, podemos definir el riesgo de mercado como los cambios que se dan en los mercados y que afectan a las entidades bancarias.

Cuando se produce una fluctuación en el tipo de cambio entre dos monedas puede constituir un riesgo de gran relevancia para las entidades bancarias, quienes se pueden ver en la tesitura de encontrarse ante dificultades para, por ejemplo, hacer frente a los pagos que produzca esta fluctuación.

Riesgo legal

El sector bancario se encuentra estrictamente regulado por la legislación sectorial. Así pues, los ordenamientos jurídicos exigen a las entidades bancarias que adapten sus procesos y sistemas a la legislación vigente aplicable. Esta legislación cambia cada pocos años con el objetivo de evitar prácticas deshonestas y de proteger a los clientes y usuarios de la banca.

En definitiva, el riesgo legal son aquellos riesgos o consecuencias legales que sufrirán las entidades bancarias como consecuencia del cumplimiento de la legislación aplicable al sector bancario

Riesgo de liquidez

Este es el riesgo bancario que más preocupa a los clientes y usuarios de las entidades bancarias. Así pues, el riesgo de liquidez hace referencia a la capacidad del banco para devolver su dinero a sus clientes. No obstante, no podemos perder de vista que en España y en Europa existen multitud de mecanismos que evitan que se produzca un colapso que impida a los bancos devolver el dinero a sus clientes. Además, en caso de quiebra o de colapso de la entidad bancaria, el Fondo de Garantía de Depósitos pagaría hasta 100 000 euros a cada titular de cada cuenta bancaria.

Riesgo país

Los bancos llevan a cabo operaciones internacionales para obtener una rentabilidad más alta que la que se pueda obtener dentro del país en el que se desarrolle la actividad bancaria. Estas operaciones conllevan un riesgo para la entidad bancaria. El riesgo que entraña el comercio exterior que practican los bancos es el conocido como riesgo país.

Riesgo reputacional

¿Qué es el riesgo reputacional bancario? Para entenderlo, antes se ha de dejar claro que las entidades bancarias, como ocurre con cualquier empresa, tienen una imagen y una reputación. La reputación es fundamental en el mercado, ya que cuando la imagen que se proyecta es buena atraerá a más clientes y facilitará las operaciones con otras empresas. Así pues, el riesgo reputacional consiste en la pérdida de reputación, imagen o credibilidad de un banco. Este riesgo siempre afecta en sentido negativo.

Riesgo por actos delictivos y fraudes

Las entidades bancarias pueden ser objeto de un delito (robos, atracos, fraudes informáticos, etc.). Así pues, el riesgo por actos delictivos y fraudes puede definirse como el riesgo de sufrir un delito al que los bancos están expuestos. Esto, no obstante, no suele ser muy común. De hecho, los bancos toman multitud de medidas de seguridad, tanto físicas como virtuales, para minimizar al máximo este riesgo.

Riesgo tecnológico

La tecnología ha cambiado el sector bancario. Los bancos utilizan la tecnología para llevar a cabo su actividad, lo cual conlleva ciertos riesgos (inconsistencias en la información almacenada, pérdidas de dinero por problemas técnicos, etc.). De este modo, el riesgo tecnológico es aquel riesgo que han de soportar las entidades bancarias como consecuencia de la utilización de la tecnología y de sistemas informáticos en sus actividades.

Riesgo operativo

Los bancos están expuestos al riesgo derivado de llevar a cabo su actividad, el cual recibe el nombre de riesgo operativo. Así pues, las operaciones que se realizan en el seno de una entidad bancaria pueden tener fallos y producir quebrantos (un cajero automático que no entrega dinero o entrega efectivo de más o cuando se excede el límite autorizado de una tarjeta de crédito, por ejemplo).

Cómo podemos identificar el riesgo bancario

Es importante conocer todos los riesgos que sufren las entidades bancarias, de forma que se puedan tomar medidas para minimizarlos. Para identificar y minimizar los riesgos debemos llevar a cabo las siguientes medidas:

  • Evaluación de la rentabilidad: cuanto mayor sea la rentabilidad, mayores serán los riesgos que se corran.
  • Diversificación del riesgo: de esta forma, se pueden equilibrar las operaciones para minimizar el riesgo.
  • Evaluación de los resultados: evaluando los resultados obtenidos por la entidad bancaria será sencillo ver si la entidad bancaria cuenta con una administración profesionalizada y con las adecuadas medidas de seguridad.
  • Revisar la legislación: es posible también revisar la legislación aplicable al caso concreto para ver si la entidad bancaria observa y cumple adecuadamente con las obligaciones que le impone la legislación bancaria aplicable.
  • Comprobar la reputación del banco con las reseñas de sus clientes y las opiniones de profesionales del sector.

Sin duda, los bancos están expuestos a una serie de riesgos que se han de tener muy en cuenta a la hora de contratar sus servicios. Para ello, lo mejor es contar con la información que nos ofrece un buen comparador bancario.