¿Cómo hacer con su banco transferencias internacionales de dinero para sus negocios?

Las empresas se expanden cada vez con mayor rapidez, lo que las lleva a ampliar sus negocios de forma continua hacia mercados foráneos. Es por ello por lo que, de un modo más o menos regular, la mayoría de los negocios se ven compelidos a enviar y recibir sumas de dinero a países extranjeros.

Las transferencias internacionales de dinero son en este sentido una herramienta fundamental que los bancos facilitan a sus clientes para poder enviar dinero de un país a otro, con independencia de la distancia que exista entre ellos. Las asociaciones internacionales que conforman miles de bancos por todo el mundo contribuyen a que estas transferencias puedan realizarse cada vez más de forma más rápida y a un coste mucho más bajo.

Funcionamiento de las transferencias bancarias internacionales

El ordenante de una transferencia bancaria internacional debe, en primer lugar, comunicar a su propio banco todos los datos relativos a la cuenta bancaria del beneficiario. El banco se encarga entonces de transferir el dinero, aunque no lo hace físicamente, sino utilizando un sistema seguro de telecomunicaciones. Para ello, el banco ordenante envía un mensaje al banco receptor para que ingrese la cantidad de dinero solicitada en la cuenta bancaria del beneficiario de la transferencia, descontando dicho dinero de la cuenta que, a su vez, el banco ordenante posee en el receptor. Este sistema funciona precisamente debido a que la mayoría de los bancos nacionales son titulares de cuentas en los bancos más importantes de otros países.

Puede ocurrir, no obstante, que la cuenta bancaria del beneficiario de la transferencia se halle en una entidad en la que el banco emisor no tenga cuenta corriente comercial. En tales casos entra en juego lo que se conoce como banco intermediario. Este último es una entidad bancaria que posee cuentas en los dos bancos implicados en la transferencia. Así, el banco ordenante pide a esta tercera entidad que envíe la cantidad interesada al banco receptor. El banco intermediario así lo hace, sustrayendo dicha cantidad de la cuenta comercial que el banco ordenante posee en el mismo. Finalmente, el banco receptor contabilizará tal suma en la cuenta corriente del beneficiario, realizándose de este modo la transferencia internacional.

Códigos SWIFT y SEPA

Los llamados códigos SWIFT y SEPA son los destinados a identificar al banco receptor en las transferencias bancarias internacionales, a fin de que estas se efectúen de un modo seguro. De manera específica, el código SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), también denominado BIC (Bank Identifier Code) es una serie alfanumérica de 8 a 11 dígitos que identifica a dicho banco en las transferencias extracontinentales. Por su parte, el código SEPA (Single Euro Payments Area) vendría a hacer lo propio en las trasferencias llevadas a cabo dentro de Europa.

En la actualidad hay más de diez mil bancos adheridos al proyecto SWIFT, con presencia en más de 200 países, lo que viene a conformar una amplísima red de telecomunicaciones entre todas estas entidades bancarias. Por su parte, el área de intercambio SEPA incluye, además de a las entidades bancarias de los países integrantes de la Unión Europea, a las de Islandia, Mónaco, Liechtenstein, Suiza, Noruega, Andorra y Ciudad del Vaticano. Todas las entidades domiciliadas en estos países se hallan sometidas a la regulación comprendida en el denominado SEPA Credit Transfer Scheme Rulebook, sin que les esté permitido eludir ninguna de sus normas.

Costes y comisiones de las transferencias bancarias internacionales

En lo que se refiere al tema de tarifas a aplicar en las transferencias internacionales, hay que distinguir entre las que se efectúan dentro del área SEPA y las que tienen lugar bajo el código SWIFT. Las primeras gozan de unas tarifas prácticamente idénticas a las de una transferencia nacional, siendo en algunos casos totalmente gratuitas, en función del banco en cuestión y del tipo de cuenta que se tenga abierta en este.

Las transferencias SWIFT, sin embargo, tienen unos costes y comisiones más elevados. Así, para este tipo de transferencias aplican los bancos españoles generalmente una comisión fija, una variable y otra asociada a la conversión de moneda. Dependiendo del banco, la comisión fija suele oscilar entre los 10 y 20 Euros. La comisión variable viene establecida como un porcentaje que se calcula en base a la suma total de dinero que se vaya a transferir. Por su parte, la comisión por conversión de moneda se evalúa con referencia al tipo de cambio existente entre las diferentes monedas implicadas.

El monto de los gastos depende también de la opción de transferencia que se elija. A tal efecto, existen tres posibles opciones:

Opción SHA

En este caso los costes se reparten entre el ordenante y el beneficiario de la transferencia, cubriendo cada uno los gastos establecidos por su propio banco. La normativa europea establece esta opción como forzosa para todas aquellas transferencias que se efectúen en el ámbito SEPA

Opción OUR

Bajo esta modalidad, los gastos se cubren en su totalidad por el ordenante, quien también habrá de hacerse cargo, por tanto, de las comisiones que establezca el banco receptor.

Opción BEN

Esta opción implica que será el beneficiario de la transferencia quien asuma los costes de esta en su totalidad, debiendo por tanto hacerse cargo también de las comisiones que el banco ordenante fije para el envío.

Plazo en el que se ejecuta una transferencia bancaria internacional

Conviene ahora preguntarse cuánto tarda el dinero de una transferencia bancaria en llegar hasta la cuenta de su beneficiario. A este respecto, hay que decir antes que nada que los plazos de ejecución de las transferencias internacionales son cada vez más cortos, dado que los sistemas de telecomunicaciones de que se sirven los bancos para comunicarse entre sí son también cada vez más seguros.

En este sentido, lo único que impide que estas transferencias sean instantáneas es la denominada hora de corte de las entidades bancarias (cut-off), que viene a ser el momento en que cada banco cierra su contabilidad y, por consiguiente, dejan de ejecutarse las operaciones. Así, las ordenes de transferencia que reciba un banco una vez pasada la hora de corte serán ya ejecutadas al siguiente día laborable. Es por ello por lo que ordenar, por ejemplo, una transferencia bancaria un viernes por la tarde-noche tendrá el mismo efecto práctico que hacerlo ya el lunes por la mañana.

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